martes, 6 de marzo de 2012

La economía solidaria una alternativa de desarrollo concepto, realidad y propuestas una visión desde la identidad cooperativa.


Domingo A. Núñez Polanco

INTRODUCCIÓN

Los estudios sobre la economia social  tienen una larga tradición, que se inician con elementos conceptuales importantes desde el siglo XV.


Remontemonos a la segunda mitad del siglo XVIII, donde comienza una era de desarrollo para el capitalismo jamás vista hasta entonces. El mundo entró en un proceso acelerado de cambio y progreso, que se conoce como “revolución industrial”. Dicha revolución fortaleció sobremanera al capitalismo, al tiempo que le hizo mostrar sus profundas contradicciones que se manifestaron, entre otras cosas, en una marcada polarización de la sociedad.


La búsqueda de alternativas a la situación imperante crearon las condiciones necesarias para generar espacios de reflexion sobre la necesidad de una economia de solidaridad y cooperacion, mas humana: cooperativismo.


De este modo aparecieron concepciones socialistas, cristianas, liberales, marxistas etc., que le han servido al cooperativismo   de fundamento en su desarrollo histórico


 Los fundamentos teóricos y metodológicos del cooperativismo siguen vinculados hoy estrechamente con la búsqueda de alternativas que se derivan de los retos y oportunidades que el proceso de Globalización en curso plantea.


No podemos hablar propiamente de economia social o solidaria sin analizar retrospectivamente la teoría y metodología del cooperativismo.  Encontramos que el punto de partida está en los trabajos y planteamientos de algunos de los hombres de ciencia más respetado y valorizado de  principio y   segunda mitad del siglo XVIII como son, entre otros, Peter Cornelius Plockboy, por establecer las premisas de los principios del cooperativismo.


Posteriormente aparecen los trabajos de Saint-Simon, Charles Fourier, Robert Owen etc., quienes desarrollaron la teoría y metodología del cooperativismo, con experiencias prácticas significativas.


Un momento importante lo constituye sin lugar a dudas los estudios realizados por Marx, Engels y Lenin, que desde posiciones ideológicas y de clases diferentes ahondan en la viabilidad del cooperativismo como una alternativa al capitalismo.


A partir de los años 80 del siglo XX, los fundamentos teóricos y metodológicos del cooperativismo se vinculan alrededor de la Economía Social o Solidaria que conforma un marco conceptual  más amplio que no sólo incluye al cooperativismo sino también a otras formas asociativas.


El sector de la economia de la solidaridad en sentido general y el cooperativismo en lo particular es en nuestra concepción y sobre la experiencia histórica del mismo una alternativa adecuada para Latinoamérica, pues los hombres, mujeres y sus familias, que en general no tienen otros medios, pueden por medio de esta alternativa, desenvolverse, satisfacer y atender sus necesidades económicas y sociales y desarrollarse en el ámbito de la comunidad en que se insertan; lo cual habrá de seguir siendo, como en su origen histórico, la razón causal de su existencia.


También es importante aclarar que cuando hablamos de alternativa nos referimos a una propuesta estratégica a desarrollar por el sector social o economía de solidaridad que incluye:

cooperativismo,fundaciones,asociaciones,sindicatos,mutualismo, juntas de vecinos, grupos religiosos, pastorales juveniles, clubes sociales; especialmente en regiones de menor desarrollo económico que aún cuando se despliegue dentro del propio sistema capitalista, lo enfrente y logre transformaciones económicas, productivas y sociales, erigiéndose en un nuevo poder desde el punto de vista de las relaciones sociales de produccion, que permita el beneficio colectivo, y un espacio económico social de solidaridad donde el capital humano sea el componente principal.
Este enfoque permite determinar las potencialidades presentes y futuras que tiene la solidaridad y la cooperacion en las actividades economicas: produccion, distribucion, consumo y acumulacion.


Todo fenómeno      o problema debe analizarse en su contexto histórico, social, cultural. Lo que fue correcto ayer puede transformarse, adaptarse a hoy, y esa es la capacidad que ha mostrado la evolución histórica de la cooperación, vale decir, el cooperativismo.


CONCEPCIONES TEÓRICAS Y METODOLÓGICAS SOBRE LA ECONOMIA DE LA SOLIDARIDAD

Desde las primeras manifestaciones espontáneas de cooperación en la comunidad primitiva, hasta la constitución en 1844 de la cooperativa de los justos “Pioneros de Rochdale”,la cual marca el inicio del cooperativismo moderno, se cuenta no sólo con una larga experiencia práctica, sino con un importante caudal teórico y metodológico acumulado.


Hoy por hoy el cooperativismo, representa un eje sumamente importante y determinante en el movimiento de la economia solidaria, por su amplitud y crecimiento logrado en la esfera internacional, lo que ha dado lugar a considerarlo como uno de los movimientos socioeconómicos más grandes y sustentables del mundo.


La idea y la práctica de la cooperación aparecen en las primeras etapas de la civilización, respondiendo a una vocación natural o buscando protección y amparo frente a las fuerzas de la naturaleza y la acción de otros hombres. El hombre no coopera para establecer fines inmediatos sino como una necesidad de su existencia.


La cooperación es la base fundamental de la cultura de la humanidad y forma parte de su esencia, lo que hace de ella un factor de transformación dialéctica y de culturización constante.


Cooperar significa trabajar juntos, actuar en grupo. En nuestra opinión la cooperación es:”La forma de trabajo de muchos obreros coordinados y reunidos con arreglo a un plan en el mismo proceso de producción o en procesos de producción distintos, pero enlazados”. Esta definición de Marx aunque la aplica al proceso de producción es totalmente válida para otras actividades que realizan los hombres teniendo como base el trabajo. Al respecto es importante dejar claro que la cooperación es ante todo un hecho de la realidad cotidiana, inmerso en la esencia misma de la naturaleza humana.


Sin cooperación no hay trabajo, pues esto tiene su fundamento económico como trabajo socialmente útil. Por eso cooperación y riqueza se encuentran íntimamente relacionadas, ya que la primera al ser un producto fundamental del trabajo nace evidentemente de la segunda, pues sin cooperación no es posible el trabajo social que es fuente fundamental de todo ser social.


Cuando el hombre se asocia, lo hace para cooperar. La cooperación es un hecho y un valor del ser humano, y en tal sentido requiere de un fin que justifique su existencia. Estos fines los podemos clasificar como: fines sociales, fines económicos.


“Los fines sociales de la cooperación, se enmarcan en la búsqueda de la transformación integral de la sociedad que logre a través del trabajo la armonía y el desarrollo libre de todas las potencialidades del ser humano. Desde el punto de vista económico, la cooperación viene a ser el centro entre la necesidad de riqueza que tiene el hombre y la relación con su entorno que a lo largo de la historia no le ha permitido distribuir la riqueza como fuera el deseo de la mayoría”. (Claudio A. Rivera Rodríguez:”la Economía Social ante la Globalización Neoliberal”.


El proceso de formación y consolidación de un sistema de asociaciones con base en la cooperación tuvo sus antecedentes en “los hombres y mujeres primitivos los cuales eran cooperadores por naturaleza, y tanto el trabajo como sus resultados eran de índole colectivos, lo que en un inicio fue espontáneo, mas tarde comenzó a generalizarse.”


Las primeras formas de trabajo cooperativo surgieron por la necesidad de obtener bienes y servicios indispensables como fue la construcción de canales y diques que desviaran el agua de los ríos tierra adentro, con posterioridad otras actividades fueron incorporadas a formas asociativas.


Los historiadores del cooperativismo están de acuerdo en señalar como antecedentes importantes del sistema cooperativo las desarrolladas por:

 1. Las asociaciones entre los artesanos en Egipto, los mercaderes y navegantes fenicios del siglo XVIII a.n.e.para sus negocios.
2. Los gérmenes de sociedades de ahorro y crédito en la China del siglo XII a.n.e.
3. Las organizaciones para la explotación en común de la tierra de los babilonios.
4. La colonia comunal mantenida por los esenios a la orilla del Mar Muerto.
5. Sociedades funerarias y de seguros entre los griegos y los romanos.
6. Los “ágapes” de los primeros cristianos como forma primitiva de las cooperativas.
7. Vida agraria entre los germanos.
8. Organizaciones agrarias y de trabajo entre los pueblos eslavos: el mir y el artel entre los rusos, la zadruga de los serbios.
9. Agrupaciones de los campesinos para la transformación de la leche “queserí
10. Organizaciones para el cultivo de la tierra y el trabajo en las civilizaciones precolombinas, principalmente entre los incas (ayllus, minka), entre los aztecas (calpulli, tequio).
11. Las cajas de comunidad en la época de la colonización española en América
12. Las colonias de carácter religioso de los inmigrantes en Norte América.
13. etc.


La sociedad feudal y más tarde la capitalista desarrollaron aún más la cooperación, y es precisamente en ésta donde podemos encontrar los antecedentes más importantes del cooperativismo moderno.


El período comprendido entre los siglos XVIII y XIX fue decisivo en la historia del capitalismo pues este sistema logra cambios en la actividad industrial tan importantes e innovadores que son denominados Revolución Industrial.


Refiriéndose al colosal desarrollo de la técnica Marx expresaba  “…la burguesía con su dominio de clase, con un siglo de existencia, ha creado fuerzas productivas mas abundantes y grandiosas que todas las generaciones pasadas juntas…”

·         La aparición de la máquina de vapor. (1776)
·         La producción de ácido sulfúrico. (1746).
·         La fotografía (1826).
·         El telégrafo (1844).
·         El teléfono (1876).
·         El motor de combustión interna. (1885).


Estos adelantos de la ciencia y la técnica que fueron posibles por el impetuoso progreso del capitalismo, si bien se convirtieron en patrimonio de la humanidad, trajeron consigo importantes y trascendentales cambios en el proceso de acumulación capitalista, que se acompaña de la concentración y centralización de la producción y el capital, con la consiguiente ampliación de la producción capitalista, la competencia; aumentando exageradamente la ganancia de unos capitalistas y la ruina de otros.


Por otro lado, el aumento del capital a su vez lleva consigo una menor demanda de fuerza de trabajo, lo que da lugar a un aumento del desempleo, expandiéndose un proceso que inevitablemente conllevó al empobrecimiento de millones de trabajadores.


La revolución industrial fortaleció al capitalismo y con ello la polarización social.


En este contexto surge el cooperativismo como respuesta a la convulsión económica y social imperante, como expresión de un comportamiento, de un enfrentamiento a la realidad, apoyado en la cooperación, la solidaridad, la ayuda mutua.


Una vez que surge, se convierte en un importante factor de desarrollo de las fuerzas productivas, porque amparado por su filosofía humanista exalta la primacía del ser humano común, asumiendo un rol protagónico en los procesos socio económicos, el cual desde su surgimiento y hasta la actualidad aprendió y necesitó la cooperación con el fin de obtener los bienes y servicios indispensables.


Es preciso considerar la significativa influencia que ejercieron algunas publicaciones en el plano subjetivo, a todo lo largo de la historia, para la conformacion del enfoque teorico metodologico de la doctrina de la cooperacion y la solidaridad;
entre las cuales se pueden mencionar:

a). La Republica de Platón (428-347 a.de C.).
b). Utopía de Tomas Moro (1480-1535).
c). La Nueva Atlántida de Francis Bacon (1561-1626).
d). El Viaje a Icaria de Etienne Cabet (1788-1856).


En estas obras se puede observar un profundo deseo de organizar la sociedad en una forma justa y fraternal, eliminando las diferencias de orden económico por medio de procedimientos de propiedad comunitaria y de trabajo colectivo.


LOS PRECURSORES DEL COOPERATIVISMO.

Haciendo justicia y reconociendo meritos no debemos dejarale de hacer honor aquellos visionarios,que vieron mas alla de su epoca: los precursores del cooperativismo,entre los primeros se destacan Peter Cornelius Plockboy, quien en 1659, publica un ensayo en el que proponía la organización de una sociedad que, conservando la propiedad individual, eliminara la explotación de unos hombres por otros y distribuyera los beneficios entre los miembros de la organización; eran una especie de cooperativas integrales de producción y consumo, efectivas tanto para la agricultura como para la industria.


Por su parte John Bellers (1654-1725), en 1695 hizo la exposición de sus ideas en el trabajo titulado “Proposiciones para la Creación de una Asociación de Trabajo de Todas las Industrias Útiles y de la Agricultura”, en el que propone la creación de colonias cooperativas de trabajo formadas por medio de acciones; los fondos se dedicarían a cubrir las necesidades de los socios y a la ampliación y fortalecimiento de la organización.Considera al trabajo y no al dinero la verdadera riqueza de una nación.


Al valorar sus ideas podemos considerar que ya contribuyen a esclarecer cuestiones como:
a). La idea bastante desarrollada de ayudarse a si mismo que tienen las masas más necesitadas de la población en aras de una vida más humana.


b). Realización de dicha ayuda por medio de la unión de pequeñas fuerzas económicas, formando de este modo asociaciones libres.


c). Economías colectivas constituidas por tales asociaciones; las funciones económicas de los miembros ligados con la producción y el consumo, se establecen en común por medio de una empresa económica.


d). Estructura democrática de dichas asociaciones.En la dirección administrativa de las empresas toman parte todos los socios los cuales eligen los dirigentes efectivos.


e). Idea de la supresión de los intermediarios que no son útiles en el engranaje de la vida económica; la ganancia de estos queda para el productor útil.


f). Relaciones orgánicas entre la industria y la agricultura, entre la producción y el consumo.


g). La necesidad de pasar a la realización de programas prácticos.


Una buena parte de los principios que forman la base del movimiento cooperativo moderno están en las ideas de estos dos precursores.


Otros: Saint-Simon, Charles Fourier, Robert Owen, William King, Phillipe Buchez, Michel Derrion, Louis Blanc, aunque tuvieron diferentes procedencias, se pronunciaron contra la explotación y son considerados con toda justeza, los precursores del cooperativismo moderno.


“Para los socialistas utópicos la cooperación y el cooperativismo surgen producto de la falta de correspondencia del capitalismo con los intereses de las amplias masas de la población, de la necesidad de la naturaleza del hombre, de sus ideales del bien y la justicia. En ellos hay conciencia de las insatisfacciones que proporciona el capitalismo, de su irracionalidad, e injusticias económicas y sociales.” (Consuelo E. Izquierdo Albert.)


Saint Simon (1760-1825) fue partidario de una nueva sociedad económica que denominó “República Cooperativa” (Uribe Garzón C:”Bases del Cooperativismo) en la que el propietario de la producción no fuera el empresario, sino la colectividad. El futuro pertenecía a la asociación universal, con una distribución en correspondencia con las capacidades de cada cual y todo ingreso como fuente el trabajo; además, donde el hombre no explotaría jamás a otros hombres.


Para Charles Fourier (1772-1837) el trabajo debería ser en sí mismo agradable y atractivo además de beneficioso desde el punto de vista económico. Para ello, sostenía la tesis de que todo trabajador debería realizar más de una tarea a los efectos de evitar la rutina en el trabajo. En las pequeñas comunidades (falansterios) de Fourier, de hecho, cada trabajador tenía derecho a elegir el trabajo que quisiera de acuerdo a sus necesidades. Las comunidades, para ello, debían cumplir con una serie de requisitos: un número ideal de 1600 personas, con una determinada cantidad de tierra para explotar, un sistema de educación que permitiera que los niños siguieran naturalmente sus inclinaciones, vida tan en común como las familias quisieran (lo que habilitaba la propiedad privada),se dirigirían democráticamente y se formarían en base a la voluntariedad y la armonía de las diferentes clases sociales; el salario seria reemplazado por el trabajo asociado con una idílica división de este último, el crédito agrícola y las tiendas comunales serían el paso previo para su constitución etc.


Sin embargo, en vida, Fourier nunca recibió apoyo económico para fundar estas comunidades. De hecho, los primeros falansterios se desarrollaron en Norteamérica, a influjo de Albert Brisbane (1809-1890), quien logra fundar junto a otros discípulos de Fourier algunos de éstos sin mayores éxitos, salvo en los casos en que se basaron más en los lineamientos cooperativos propiamente dichos.


Robert Owen (1771-1858), aunque la base de su doctrina no estuvo en las cooperativas sino en el sistema fabril y la educación popular, se considera uno de los más importantes antecesores del movimiento cooperativo, no sólo por lo que hizo en vida, sino también por el hecho que algunos de sus discípulos fundaron la sociedad cooperativa de los " Pioneros de Rochdale”. Este reconocido y atípico empresario soñaba con comunidades de trabajo donde se disolviera por completo la propiedad privada, lo que lo diferenciaba de Fourier claramente. Para Owen la base de la producción debía ser industrial y agrícola. Sus ideas, no obstante, se irían tiñendo de notorias referencias religiosas (El nuevo mundo moral), lo que lo alejaría de una reflexión más objetiva sobre las potencialidades reales de las comunidades de trabajo.
Entre las cooperativas fundadas por Owen y William Thompson, entre 1825 y 1835, destaca la idea oweniana de una "bolsa nacional" donde se intercambiaban los productos por medio de "billetes de trabajo", idea que vuelve a resurgir con fuerza en este tiempo.


Los socialistas utópicos se caracterizaron por ser tanto hombres de ideas como de acción. Entre las experiencias concretas inspiradas en estas ideas, debemos citar el caso de las comunidades de New Lanark (Escocia) y las de New Harmony, fundadas por Robert Owen, esta última en EUA en el año 1825. Se considera la comunidad de mayor influencia en el siglo XIX a pesar de sus innumerables problemas. New Harmony fue pensada por Owen como un modelo igualitario de organización social y económica, capaz de crear riquezas grandiosas, en el que se pudieran inspirar tantas otras experiencias.


Las ideas de Owen se popularizaron en el periódico “El Economista” (1821), donde utiliza por primera vez el término cooperativa, en la revista “Crisis” (1832), en la que exalta la idea de la cooperación. A partir de estas ideas y experiencias prácticas, los propios obreros intentaron como solución a la problemática social llevar a cabo los postulados de Owen.Se organizaron cooperativas de diversos tipos, congresos y reuniones para promover estas entidades a nivel internacional.


El médico William King (1786-1865) por su parte, concibió la idea de la cooperación como un medio efectivo de reforma social (9), en este sentido la autoayuda entre los obreros la consideraba imprescindible para la acción cooperativa mediante el aporte de sus asociados. Creó cooperativas de consumo y escuelas de educación cooperativa.


Michel Derrion (1786-1865), es otro nombre vinculado al desarrollo de las ideas cooperativas, fundamentó la creación de almacenes cooperativos, al tiempo que considera al consumidor como determinante en el desarrollo de las cooperativas por sentirse estimulado y comprometido con la entidad.


Philippe Buchez (1796-1865) puede ser considerado ciertamente el "padre del cooperativismo francés”. Analiza un sistema de principios fundamentales de la cooperación, que se corresponden en su mayoría con las del cooperativismo en general.


Planteó el principio de la democracia y la distribución de los ingresos en correspondencia con el trabajo de cada socios criterio era que los trabajadores debían ayudarse entre si y el Estado no debía intervenir ya que con una buena conducción de la empresa esta iría creciendo y obteniendo excedentes hasta formar un fondo común para realizar transformaciones en beneficio de la clase obrera. Tenía la idea de un banco Central del Estado para administrar los fondos y transformar la sociedad sobre bases cooperativas.


Las ideas cooperativas tienen repercusión también en el periodista Louis Blanc (1812-1882) quien popularizó en Francia las cooperativas obreras de producción. Sus ideas se manifiestan en torno a las relaciones Estado –Cooperativa, a la autonomía de las cooperativas, a la organización del trabajo.


Las ideas de estos precursores han ayudado a formar una concepción cooperativa y a precisar los principios que se hallan en la base de la organización, así como al funcionamiento de las instituciones cooperativas modernas, con lo que el movimiento cooperativo adquiere el carácter de sistema económico y de una acción social unitaria.


Las características fundamentales del cooperativismo, que se destacan en los precursores y que en general son aceptados en nuestros días son:


1). La idea de la asociación en si misma. La cooperación concreta la unión de las fuerzas económicas por la persecución de un objetivo común .Ella establece el principio de la armonía para la vida y no de la lucha por la vida.


2). La cooperación es una acción emancipadora de las clases trabajadoras, que parte de la idea de la organización de los intereses del trabajo.


3). Esta organización del trabajo, esta acción emancipadora de las clases trabajadoras se hace por iniciativa de los interesados. Se trata de una acción de auto asistencia.


4). La cooperación hace un llamado al hombre para que se asocie con sus semejantes. En ella el capital no es sino un medio para alcanzar los objetivos de la institución. La cooperación no se propone realizar ganancias sino servir a los asociados.
5). La cooperativa representa una economía colectiva. Todas las funciones económicas de los adherentes, o sólo una parte de ellos pasan a formar parte de una empresa común.


6). Cada unidad cooperativa no es considerada un hecho aislado, sino como una célula de una gran organización (movimiento) puesta al servicio del interés general.


7). Esta organización debe ser considerada como de carácter perpetuo. Por medio de los fondos reunidos por diversas instituciones a través de los años, se persigue la formación de los fondos colectivos, que luego servirían al futuro desarrollo de movimiento.


Estos pensadores en su conjunto esbozaron cuestiones fundamentales en el orden teórico y metodológico que sirvieron para delinear los principios, valores y naturaleza de la empresa cooperativa; así mismo son los primeros en abordar el cooperativismo en sus diferentes formas, como alternativa frente al capitalismo.


Gracias al aporte de los grandes precursores se ha llegado a una precisión casi completa de las ideas que permanecieron en la base de la organización cooperativa.


LAS EXPERIENCIAS DEL COOPERATIVISMO.

La organización definitiva de la doctrina del cooperativismo se efectuó en conexión con el desarrollo práctico del movimiento sobre todo por la contribución de los “Pioneros de Rochdale”, quines concretaron con precisión el método cooperativo y colocaron la piedra angular del edificio de lo que se dio en llamar: movimiento socioeconómico del cooperativismo.  


La Experiencia de Rochdale.
La cooperación no nació en Rochdale, pero fue la mejor organizada, con la creación de esta cooperativa, que marcó una inflexión en el cooperativismo moderno, no fue sólo una realización práctica, en que el éxito se debió a las cualidades de los realizadores, sino que desde su inicio estableció un programa completo que contenía los principios teóricos y las reglas prácticas de la organización y funcionamiento de las cooperativas de consumo.


El programa que usaron como punto de partida los Pioneros de Rochdale señalaba lo siguiente “La sociedad tiene por fin y por objeto la obtención de un beneficio pecuniario y de mejorar las condiciones domésticas y sociales de sus miembros por medio del ahorro de un capital dividido en acciones de una libra (25 francos oro), a fin de llevar a la práctica los siguientes planes.”
ü  “Abrir un almacén para la venta de aprovisionamiento, vestimenta etc.”
ü  “Adquirir o edificar cierto número de casas para destinarla a los miembros que deseen ayudarse mutuamente para mejorar su condición doméstica y social.”
ü  “Iniciar la manufactura de los productos que la institución considere convenientes para su uso por los miembros que se hallaren sin trabajo, o de los que tuvieron reducciones respetables de sus salarios.”
ü  “Con el fin de dar a sus miembros más seguridad y bienestar, la sociedad tomará en arriendo una tierra, la cual será cultivada por los miembros sin trabajo, o cuyo trabajo este mal remunerado.”
ü  “Cuando sea posible, la sociedad procederá a organizar las fuerzas de la producción, la distribución, la educación y su propio gobierno; en otros términos, establecerá una colonia de naturales de la región, la que se sostendrá por sus propios medios y en la cual los intereses serán comunes. La sociedad acudirá en ayuda de otras sociedades cooperativas para establecer colonias semejantes”
ü  “Con el fin de fomentar la sobriedad, será habilitada una sala de templanza, cuando sea posible, en una de las casas de la sociedad”. (Gromoslav Mladenaz:”Historia de las Doctrinas Cooperativas”.


Como se puede ver el proyecto de Rochdale, tenía como objetivo mejorar las condiciones domésticas y sociales de sus miembros, a partir de un capital inicial, que se emplearía en la apertura de un almacén de ventas, la construcción de viviendas, adquisición de tierras para ser cultivadas por sus socios, organizar la producción, distribución y educación, formando una empresa que según sus previsiones, en breve plazo ayudaría a futuras sociedades cooperativas.


Rochdale mostró la capacidad de organización de los sectores populares, marcó el inicio del cooperativismo mundial, demostró la factibilidad de la cooperación desde el punto de vista económico y social, así como la divulgación de la doctrina cooperativa.


La experiencia que llevó a cabo Herman Schulze-Delitzsch (1808-1883) llevaba a la creación de organizaciones cooperativas de las clases medias de las ciudades, pequeños patronos, artesanos y comerciantes; para lo cual organizó congresos, redactó el proyecto básico de la ley alemana de cooperativas y realizó una intensa labor en el desarrollo del crédito urbano.


Creía firmemente en que sólo por la vía de la asociación, se consolidaba la actividad del individuo y podía elevarse el nivel general de la sociedad. Así lo expresa en una carta que envía al profesor italiano Francesco Vigano: “A través de las asociaciones es como la sociedad moderna da forma a su irresistible iniciativa para ejercer eficazmente su acción en todas las esferas de la vida, hasta la cual el estado con todo su poder no puede llegar. La asociación nos enseña así mismo a gobernarnos por nosotros, tanto en la vida privada como en la vida pública; a través de dicha escuela es como el individuo resulta capacitado para trabajar en bien de toda la comunidad de la que forma parte…la sociedad no puede prosperar sino es por medio de la unión de todas las actividades humanitarias, económicas, políticas”. (Consuelo E. Izquierdo Albert).


Las cooperativas de tipo rural fueron creadas por Friedrich W. Raiffeisen (1818-1888), quien fundamentó la metodología para el funcionamiento de las cooperativas de créditos rurales o cajas populares de crédito, las que tuvieron gran impacto social al disminuir las tasas de interés, estimulando los créditos en la esfera agropecuaria, y por ende su desarrollo.


Raiffeisen fundó además una sociedad de crédito sobre la base del principio de la responsabilidad solidaria, donde sus miembros no aportaban capital ni recibían utilidades. Esta sociedad se multiplicó por su éxito.


Otra contribución fue la de Charles Gide (1847-1932), quien proponía acciones para crear un nuevo sistema económico social o “Republica Cooperativa”; a él se debe la fundación de la “Escuela de Nimes”, se oponía a la existencia del orden natural sostenido por el liberalismo económico, estimando que las leyes de la oferta y la demanda no bastaban para asegurar el precio justo y la igualdad; sino que eran necesarios cambios más radicales.


Se destacaron otros teóricos y prácticos del cooperativismo, entre ellos merece destacarse Georges Fauquet, Bernard Lavergne, Ernest Poisson, Georges Lasserre y Poul Lambert, quienes profundizaron en las bases del cooperativismo, en la concepción de la democracia, el carácter polifacético de la cooperación y sus dimensiones.


A partir de estas experiencias las cooperativas han crecido en el seno de cinco tradiciones distintas; las cooperativas de consumo cuyos orígenes durante mucho tiempo se asociaron popularmente a los Pioneros de Rochdale; las cooperativas de trabajo que al comienzo tuvieron su mayor fuerza en Francia; las cooperativas de crédito que en gran medida se originaron en Alemania; las cooperativas agrícolas que tuvieron sus primeras raíces en Dinamarca y Alemania y las cooperativas de servicios como las de vivienda y las consagradas a la salud que surgieron en numerosos sitios de la Europa industrial, cuando el siglo tocaba a su fin.


Todas estas prácticas florecieron, aunque con grados diferentes de éxito, en la mayoría de los países europeos en el siglo XIX; todas ellas se extendieron a la mayor parte del resto del mundo en el siglo XX y principios del XXI.


Al estudiar la cooperación, Marx considera que constituye un momento cualitativamente nuevo del desarrollo de las fuerzas productivas, como forma superior y más productiva en lo económico y lo social, en contraposición al trabajo aislado.


A su vez Marx enfatiza que “la cooperación, no tiende a potenciar la fuerza productiva individual, sino a crear una fuerza productiva nueva, con la necesaria característica de fuerza de masa”  con lo que deja claro su criterio de que la cooperación es condición esencial para el desarrollo de las fuerzas productivas. En esta superioridad de la cooperación, radica, precisamente la base metodologica para contraponer el cooperativismo a la pequeña propiedad privada aislada económicamente.


El punto de vista de Marx destaca al cooperativismo como un movimiento social, que puede contribuir a la transformación de la sociedad. Al estudiar el cooperativismo en Europa refiere:”El movimiento cooperativista es una de las fuerzas que transforman la sociedad contemporánea basada en el antagonismo de clase. El gran mérito de este movimiento consiste en que muestra en la práctica la posibilidad de sustituir el actual despótico sistema de subordinación del trabajo al capital, causa del pauperismo, con el sistema republicano y benéfico de asociación de productores libres e iguales”.


Engels, en su obra “El Problema Campesino en Francia y Alemania” aborda la existencia de cooperativas: unas formadas por pequeños campesinos en el interior del capitalismo, para la compra de abonos, cañerías de drenaje, simiente etc. Y para la venta de productos, también las recomienda para los campesinos grandes y medianos que perecen bajo la explotación de las haciendas capitalistas.


Tanto Engels como Marx estudiaron fundamentalmente el cooperativismo en la esfera agraria, motivados quizás por las características de esta  rama y la situación del campesinado.


Lenin por su parte aborda la problemática del cooperativismo como forma de organización de la producción y de propiedad.


Al respecto, Lenin reflexionó en torno al papel de las cooperativas como instrumento de lucha de la clase obrera, al que consideró “un elemento básico para el desarrollo de las fuerzas productivas, (…) donde la presencia de una economía mixta era insoslayable”, al propio tiempo lo concibió como método de administrar y organizar la producción.



LA ECONOMÍA SOLIDARIA O SOCIAL UN NUEVO MARCO CONCEPTUAL DE LA COOPERACION


La necesidad de un concepto integrador de la economía social

La Economía Social es un concepto con múltiples significados; Pero que viene creciendo y ocupando espacios tanto en la economía real como en el campo académico y en las políticas públicas.


Entre los más recientes proyectos de seguimiento y estudio internacional de la Econmia social resaltan el Observatorio Español de la Economía Social y el Observatorio Iberoamericano del Empleo y la Economía Social y Cooperativa, la Fundación Iberoamericana de Economía Social cuya finalidad es la promoción de las empresas y actividades de Economía Social en Iberoamérica.


Pero hasta hoy no hay acuerdo consensual en torno a la definición de economía social.
En opinión de algunos autores el concepto de economía social debe incluir sólo organizaciones económicas aunque otros proponen incorporarle también a organizaciones voluntarias no lucrativas. Puede ser equivalente a las expresiones de economía popular, economía alternativa, economía solidaria (más frecuente su uso en Colombia), economía de la proximidad (expresión empleada en regiones en España como la economía para el desarrollo local, en contraste con la de la globalización).


En un estudio reciente contratado por la Comunidad Europea sobre la Economía Social en Europa  (CIRIEC Internacional, 2008), se asumió que, en general, son organizaciones democráticas, cuyos socios controlan mayoritaria o exclusivamente el poder de decisión de la organización, tales como cooperativas, sociedades laborales, mutuales, fundaciones, asociaciones de utilidad pública, centros especiales de empleo y empresas de inserción social.


A pesar de que no hay acuerdo sobre el concepto de economía social, existe consenso en que lo integran diversos tipos de organizaciones, pero en todas las definiciones se incluye especialmente a las asociaciones cooperativas, un tipo de organización que sirve a sus integrantes y a la vez a la comunidad, por lo que viene creciendo su reconocimiento y apoyo internacional.


Así la promoción de cooperativas como sujeto estelar en la constelación de la economía social viene siendo estimulada desde varias instituciones internacionales, destacando la Organización Internacional del Trabajo, de las Naciones Unidas. Esto señala una percepción consensual a nivel mundial sobre el reconocimiento de la importancia de las cooperativas y la conveniencia de diseñar políticas públicas para promover cooperativas como instrumento para el desarrollo sustentable.


La discusión sobre el concepto de economía social y los estímulos que deben dárseles a las organizaciones que la integran y siguen sus principios no es un simple problema académico, sino que abarca un conjunto de instrumentos que la sociedad y el Estado deben darle seguimiento. Por ejemplo, para estimular a las organizaciones de economía social, el Estado y sus empresas pueden ofrecer ventajas en acceso a contratos.


En este sentido vale resaltar que recientemente se realizó un estudio internacional en el cual se consultó a profesionales de las ciencias sociales, académicos y funcionarios de instituciones gubernamentales que diseñan o ejecutan políticas públicas para organizaciones de economía social, sobre cuál es la definición aplicada en sus países y cuáles organizaciones comprenden (Delvetere y Fonteneau, 2003). Las respuestas indicaron la existencia de una gran diversidad de organizaciones que se ordenaron en tres estratos. 



Organizaciones dentro y fuera de una definición de Economía Social  en un estudio internacional comparado.


       Organizaciones dentro de la definición de Economía Social:

1-       Cooperativas.                              
2-       Asociaciones de Bienestar     
3-       Grupos de Edad
4-       Asociaciones de Barrio
5-       Asociaciones Profesionales.
6-       Grupos Cívicos
7-       Clubes Sociales
8-       Organizaciones de Base
9-       Organizaciones de Base
10-   Grupos Populares
11-   Agrupaciones de defensa del Medio Ambiente
12-   Grupos de Mujeres
13-   Grupos de Jóvenes
14-    Grupos de Autoayuda.
15-   Movimientos Sociales
16-    Organizaciones sin Fines de Lucro
17-    Organizaciones Comunitarias.


A partir de los años 80 del siglo XX, en que el capitalismo atraviesa una profunda crisis, el cooperativismo conceptualmente, se circunscribe en torno a la llamada Economía Social o Solidaria.


El termino Economía Social, aunque pueda parecerlo, no es algo nuevo y exclusivo del siglo XX. Ya en 1830 Charles Dunayer publicó en París un nuevo Tratado de la Economía Social y por esas mismas fechas, en Lovaina, se impartió un Curso de Economía Social. No obstante, durante muchos años, el término Economía Social ha sido uno más junto a otros como "Tercer Sector", "Nonprofit Sector", "Economía Asociativa", "Tercer Sistema", "Economía Solidaria" o "Economía de Interés General", entre otros.


La Economía Social es definida como: "Toda actividad económica, basada en la asociación de personas en entidades de tipo democrático y participativo, con la primacía de las aportaciones personales y de trabajo sobre el capital. Los modelos de sociedades que configuran este sector son: a) Las cooperativas y sociedades laborales; b) las mutualidades y mutuas; c) las asociaciones y fundaciones y otras entidades que respeten los principios de la Economía Social."  (En el I Congreso de la Economía Social  celebrado en Madrid el 11 de diciembre de 1992)


El término Economía Social fue definido por la Comisión de las Comunidades Europeas en su Comunicación al Consejo de fecha 18 de Diciembre de 1989 de la siguiente manera: "Una empresa pertenece a la Economía Social si su actividad productiva se basa en técnicas de organización específicas. Estas técnicas se fundamentan en los principios de solidaridad y participación (que normalmente responde a la norma un hombre un voto) entre sus miembros, sean estos productores, usuarios o consumidores, así como en los valores de autonomía y de ciudadanía. En general estas empresas adoptan la forma jurídica de cooperativa, mutua o asociación". (CMAF-Comité Consultivo de la Comisión Europea de las Cooperativas, Mutualidades, Asociaciones, Septiembre 1999)


Se destacan un conjunto de características comunes que diferencian a las organizaciones de la Economía Social frente a las empresas de capital:

• Primacía del hombre y del objeto social sobre el capital; a excepción de las fundaciones, todas son empresas de personas.
• Adhesión voluntaria y abierta y control democrático por sus miembros desde la base.

• Conjunción de intereses de los miembros, usuarios y/o de interés general.

• Defensa y aplicación del principio de solidaridad y de responsabilidad.

• Autonomía de gestión e independencia de los poderes públicos.

• Aplicación de los excedentes al objeto social mediante su reinversión o distribución según los deseos de sus miembros para creación de empleo, de actividades, de nuevas empresas, retorno sobre los capitales invertidos, servicio a los miembros, actividades socioculturales, etc.


Nuestro planteamiento es incorporar el liderazgo del cooperativismo, como elemento capaz de caracterizar a la Economía Social con respecto a la mayoría de los elementos de la definición anterior, por su dimensión histórica, su importancia en todos los sectores económicos, su extensión a todos los continentes, su arraigo en importantes colectivos sociales, sus reglas de funcionamiento y su reconocimiento jurídico.


LA IDENTIDAD COOPERATIVA, UNA CONCLUSIÓN TEÓRICA, METODOLOGICA Y PRÁCTICA

Los elementos teóricos, metodológicos, prácticos aquí analizados, permitieron desarrollar al cooperativismo y distinguirlo, diferenciarlo, con las especificidades que marcan su singularidad, quedó establecida su identidad cooperativa, que alcanza en la experiencia de Rochdale, una concreción, un desarrollo; pues aquí se establecieron sus perfiles esenciales.


La Alianza Cooperativa Internacional (A.C.I.) ha señalado”Sobre la Identidad Cooperativa se cimentará la cultura de la solidaridad y debemos lograr diferenciarnos de los demás modelos empresariales” (Alianza Cooperativa Internacional, (ACI) Manchester, Inglaterra 1995). Para ello ha tenido en cuenta introducir algunos perfiles en la identidad cooperativa, teniendo como precedente una larga experiencia acumulada tanto teórica como práctica, ellos son: principios, valores, y el concepto de empresa cooperativa. Ellos son:

Primero: "ASOCIACIÓN VOLUNTARIA Y ABIERTA"

Las cooperativas son organizaciones voluntarias, abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades de asociarse, sin discriminaciones raciales, políticas, religiosas, sociales y de género.

Segundo: "ADMINISTRACIÓN DEMOCRÁTICA POR LOS ASOCIADOS"

Las cooperativas son organizaciones democráticamente administradas por sus asociados, quienes participan activamente en la fijación de políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y mujeres, elegidos como representantes son responsables ante los asociados. En las cooperativas primarias los asociados tienen guales derechos de voto (un asociado, un voto) y las cooperativas de otros niveles se organizan asimismo en forma democrática.

Tercero: "PARTICIPACIÓN ECONÓMICA DE LOS ASOCIADOS"

Los asociados contribuyen equitativamente a la formación del capital de su cooperativa y lo administran democráticamente. Por lo general, al menos una parte de ese capital es propiedad común de la cooperativa. Los asociados suelen recibir una compensación limitada, si acaso alguna, sobre el capital suscripto como condición para asociarse. Destinan los excedentes a todos o alguno de los siguientes fines: el desarrollo de la cooperativa, mediante la constitución de reservas de las cuales una parte al menos debe ser indivisible; la distribución a los asociados en proporción a sus operaciones con la cooperativa y el apoyo a otras actividades aprobadas por los asociados.

Cuarto: “AUTONOMIA E INDEPENDENCIA”

Las cooperativas son organizaciones autónomas de autoayuda administradas por sus asociados. Si intervienen en acuerdos con otras organizaciones, incluidos los gobiernos, o captan capital de fuentes externas, lo hacen en términos que aseguren el control por parte de los asociados y mantengan su autonomía cooperativa.

Quinto: "EDUCACIÓN, FORMACIÓN E INFORMACIÓN"

Las cooperativas brindan educación y capacitación a sus asociados, representantes elegidos, funcionarios y empleados, de manera que puedan contribuir efectivamente al desarrollo de ellas. Informan al público en general, particularmente a los jóvenes y a los líderes de opinión, acerca de la naturaleza y los beneficios de la cooperación.

Sexto: "COOPERACIÓN ENTRE COOPERATIVAS"

 Las cooperativas sirven más eficientemente a sus asociados y fortalecen al movimiento cooperativo trabajando mancomunadamente a través de estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.

Séptimo: "INTERÉS POR LA COMUNIDAD"

A la vez que atienden las necesidades de sus asociados, las cooperativas trabajan en pro del desarrollo sustentable de sus comunidades mediante políticas aprobadas por aquéllos.

Los principios que constituyen la esencia de las cooperativas no son independientes unos de otros. Están unidos por tenues lazos y cuando se ignora uno, los otros se resienten. Las cooperativas no deberían ser juzgadas exclusivamente en base a uno cualquiera de los principios sino que se las debería evaluar por la manera en que adhieren a los principios como una totalidad.  (Alianza Cooperativa Internacional, (ACI) Manchester, Inglaterra 1995).


VALORES DEL COOPERATIVISMO.

"Las cooperativas se basan en los valores de autoayuda, auto responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad" y de la tradición de los fundadores, los asociados de las cooperativas sostienen los valores éticos de honestidad, apertura, responsabilidad social y preocupación por los demás.

Este conjunto de valores cooperativos básicos, constituyen el fundamento inmodificable sobre el que se basan las cooperativas, son valores que se pueden hallar en todo tipo de organizaciones, pero son particularmente sólidos e innegables en la empresa cooperativa.


DEFINICIÓN DE UNA COOPERATIVA.

Se define una cooperativa de la siguiente manera: "Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se unen voluntariamente para satisfacer sus comunes necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales, por medio de una empresa de propiedad conjunta democráticamente administrada".

Esta definición pretende ser una declaración mínima; no aspira a ser una descripción de la cooperativa "perfecta". Intencionalmente es de vasto alcance al reconocer que los asociados de los diversos tipos de cooperativas estarán diferentemente comprometidos y deberán tener cierta libertad para organizar sus actividades.

La definición destaca las siguientes características de una cooperativa:

a) La cooperativa es autónoma, es decir que es tan independiente como sea posible del gobierno y de las empresas privadas.

b) Es una "asociación de personas". Esto significa que las cooperativas tienen libertad para definir a las "personas" en cualquier forma legal que elijan. Muchas cooperativas primarias aceptan a "personas jurídicas", que en muchas jurisdicciones incluyen a sociedades, otorgándoles los mismos derechos que a cualquier otro asociado. Las cooperativas de segundo y tercer grado no primarias), son por lo general cooperativas cuyos asociados son otras cooperativas. En todos los casos, serán los asociados quienes decidirán de qué manera desean que la cooperativa aborde este tema.

c) Las personas se han unido "voluntariamente". Ser asociado a una cooperativa no deberá ser obligatorio. Los asociados deberán tener la libertad, dentro de los propósitos y recursos de las cooperativas, de unirse a ellas o de abandonarlas.

d) Los asociados de una cooperativa "satisfacen sus comunes necesidades económicas, sociales y culturales". Esta parte de la definición destaca que son los asociados quienes organizan sus cooperativas para sus asociados. Las necesidades de los asociados pueden ser singulares y limitadas, pueden ser variadas, sociales y culturales o puramente económicas, pero cualesquiera sean las necesidades, su satisfacción constituye el objetivo central que determina la existencia de la cooperativa.

e) La cooperativa es "una empresa de propiedad conjunta económicamente administrada". Esta frase destaca que la propiedad se distribuye entre los asociados sobre bases democráticas. Estas dos características de la propiedad son particularmente importantes para la diferenciación de las cooperativas de otros tipos de organizaciones como las empresas controladas por el capital o controladas por el Estado. Cada cooperativa es asimismo una "empresa" en el sentido que es una entidad organizada que normalmente funciona en el mercado; debe esforzarse por servir a sus asociados con eficiencia y de manera efectiva.

Es una definición de cooperativa, concebida para ser aplicable a las cooperativas de todos los sectores y todos los países.

Estos tres elementos, la A.C.I. los considera una unidad indisoluble, íntimamente relacionados, se complementan y refuerzan unos a otros, concediéndole una reconocida singularidad.

Los valores éticos de honestidad, apertura, responsabilidad social y preocupación por los demás.

La Cooperativa de Rochdale, estaban especialmente comprometida con la honestidad; claro está que sus esfuerzos se destacaron en el mercado, porque se insistía en los pesos y medidas exactos, la buena calidad y los precios justos. También a realizar transacciones con no asociados sobre las mismas bases de honestidad. Por ese motivo tuvo una tendencia hacía la apertura, poniendo en conocimiento de sus asociados, del público y del gobierno, información sobre sus operaciones.

La cooperativa mantuvo preocupación por las condiciones domésticas y sociales de sus miembros. En consecuencia, batalló por ser socialmente responsables en todas sus actividades.

Dentro de sus posibilidades económicas en el largo plazo previó, brindar ayuda para el desarrollo de futuras sociedades cooperativas.

Fue concebida la idea de que principios y valores se expresaran a través de la célula fundamental del cooperativismo, la Empresa Cooperativa, distinguida ante todo por ser una empresa económica con elevada finalidad social.

De este modo los tejedores de Rochdale deben ser considerados como los verdaderos creadores de la cooperación moderna de consumo, porque en su programa por primera vez, se plasmaron un conjunto de principios, valores y se concibió un tipo de empresa que a partir de ese momento identificaría al cooperativismo.

En tal sentido expresaba Charles Gide, que los elementos que identificaban al cooperativismo estaban tan bien establecidos, que la experiencia se ha limitado a transcribirlos, por lo que lo consideró el acontecimiento más importante de la Historia Económica. (Las Sociedades Cooperativas Agrícolas, Paris 1924).

Refiriéndose a ello también, expresaba Franz Stadinger, “En ellos ha brillado uno de los pensamientos que no aparecen sino una sola vez cada cien años”.  (Historia de la Doctrinas Cooperativas).

Teniendo en cuenta lo anterior hemos visto que el cooperativismo ha surgido y se ha desarrollado a partir de principios que han guiado su accionar de valores que muestran su significación, lo que se ha expresado a través de una empresa que  conjuga armónicamente lo económico y lo social, para contribuir al desarrollo de la sociedad y a la transformación del orden económico existente.

Estos principios, valores y empresa con independencia de las diferencias de formas que ha adoptado, de lugares en que se ha desarrollado y de las condiciones en que lo ha hecho, son expresión de la igualdad del cooperativismo consigo mismo, ha unido a sus miembros y se vinculan a su pertenencia, asumiendo así su propia identidad, que lo hacen tal y no otro, que lo hacen parte integral de su naturaleza y le impregna significación, diferenciándolo de otros procesos y fenómenos de carácter social.

El cooperativismo, su identidad, ha alcanzado una gran expansión en la esfera internacional, pero también el capitalismo mundial ha sufrido profundas modificaciones y cambios económicos, políticos, sociales y culturales que en las últimas décadas afecta a todos y especialmente a los de menor desarrollo, por su alto costo social, lo cual impone ineludiblemente la búsqueda de alternativas, contrapuestas al modelo impuesto por la economia de mercado. Por ello el análisis de los fundamentos teóricos metodológicos del cooperativismo, sus posibilidades de contribuir a una alternativa, adquieren renovada actualidad a partir del debate que hay sobre la Globalización, por lo menos, la que trata de imponer el capital por sobre el capital humano.


FUNDAMENTO DEL COOPERATIVISMO

El cooperativismo, contiene sus fundamentos básicos a partir de los cuales se desarrolla y se extiende en el tiempo, concretando así, la cooperación, la acción colectiva, el humanismo, la inclusión económica y social etc.

Para ello, es elemental, examinar los elementos que conforman la identidad cooperativa (principios, valores y la empresa cooperativa).

Las cooperativas se fundan en la igualdad. La unidad básica de la cooperativa es el asociado que es o un ser humano o bien un grupo de seres humanos. Este fundamento en el ser humano es una de las principales características que distinguen a una cooperativa de las empresas controladas primariamente en interés del capital. Los asociados tienen derecho a participar, derecho a ser informados, derecho a ser oídos y derecho a intervenir en la toma de decisiones.

El último valor operativo es la "solidaridad". Este valor tiene una larga y sagrada historia en el movimiento internacional. En las cooperativas, este valor asegura que la acción común no sea meramente una forma encubierta de interés limitado a uno mismo.

Una cooperativa es más que una agrupación de asociados, es también una colectividad. Los asociados tienen la responsabilidad de asegurar que todos ellos reciben el trato más justo posible; que no se pierda nunca de vista el interés general; que exista un esfuerzo permanente por dar un trato justo a los empleados (sean estos asociados o no), así como a las personas no asociadas vinculadas a la cooperativa.

Solidaridad también significa que la cooperativa es responsable por el interés colectivo de sus asociados. En particular indica que hasta cierto punto, los activos económicos, financieros y sociales de la cooperativa pertenecen al grupo; son el resultado de las energías y la participación conjunta. En este sentido, el valor de la solidaridad llama la atención sobre el hecho de que las cooperativas son algo más que una simple asociación de individuos; constituyen afirmaciones de fuerza colectiva y responsabilidad mutua.

Solidaridad, significa que cooperativistas y cooperativas permanecen juntos. Aspiran a crear un movimiento cooperativo unido a nivel local, nacional, regional e internacional. Cooperan en todas las formas prácticas para ofrecer a los asociados bienes y servicios de la mejor calidad a los precios más reducidos. Trabajan juntos para presentar un frente común al público y a los gobiernos. Aceptan que existe una comunidad entre todas las cooperativas, independientemente de la diversidad de sus objetivos y diferentes.

Además, “solidaridad representa humanismo, independencia,  tan necesarios hoy en la fundamentación de una alternativa a la Globalización Neoliberal.”  (Fidel Castro).

Se podría decir con razón, que los valores éticos a los que aspiran las cooperativas influyen en las actividades de algunas organizaciones controladas por el capital y aquellas de propiedad del Estado. Se los incluye, sin embargo, porque ocupan un lugar especial dentro de las tradiciones cooperativas. En particular, tuvieron una influencia fundamental sobre los diversos tipos de cooperativas cuando surgieron en el siglo XIX.

Aparte de una especial tradición de honestidad, las cooperativas han aspirado también a realizar transacciones con no asociados sobre las mismas bases de honestidad. Por ese motivo tienen una tendencia hacía la apertura: son organizaciones que en forma regular ponen en conocimiento de sus asociados, del público y de los gobiernos, considerable información sobre sus operaciones.

Los otros valores éticos emanan de las relaciones especiales que las cooperativas mantienen con sus comunidades: están abiertas a los miembros de esas comunidades y han asumido el compromiso de asistir a las personas para que se ayuden a si mismas. Son instituciones colectivas que existen en una o más comunidades. Han heredado tradiciones de preocupación por la salud de los individuos en las comunidades. Tienen en consecuencia, obligación de esforzarse por ser socialmente responsables "en todas sus actividades”.

Dentro de sus posibilidades económicas para hacerlo, muchas cooperativas han demostrado también una notable capacidad para cuidar de los demás. Muchas son las que han realizado importantes contribuciones de recursos humanos y financieros a sus comunidades. Son numerosas las que han brindado importante ayuda para el crecimiento de las cooperativas en el mundo en desarrollo. Esta es una tradición que debería enorgullecer a los cooperativistas y refleja un valor en el que deberían poner el acento.
En síntesis, honestidad, responsabilidad social y preocupación por los demás son valores que se pueden hallar en todo tipo de organizaciones, pero son particularmente sólidos e innegables en la empresa cooperativa.

Los valores del cooperativismo aportan un sentido, una razón de ser, y marcan la posibilidad objetiva de una alternativa, pues coinciden con los valores de la mayoría de la humanidad y no con una parte minoritaria de ella. Con el tiempo, esta posibilidad se convierte cada vez más en una necesidad, en la medida que el capitalismo Globalizado  se hace incompatible con la vida humana, en la medida en que se hace más irracional y se acompaña de un proceso de generación y de agudización de todo un conjunto de problemas globales que atentan contra la supervivencia misma de la humanidad.


Economía de la solidaridad: realidad, concepto y proyecto alternativo

REALIDAD

Si algo caracteriza al actual modelo social excluyente  es su extrema crueldad.

El desmantelamiento parcial del Estado del Bienestar , las millonarias plusvalías del sector financiero producto de la especulación y la concentración de la riqueza, cada vez más,  en pocas manos parecen haber sido las notas dominantes de la llamada economía neoliberal sumiendo en la miseria a cientos de millones de familias por todo el mundo.

Durante largos tiempos  se ha venido insistiendo, reiteradamente, “que nuestra única esperanza de salvación social residía en la apertura o globalización de los mercados. Su proverbial tendencia a la autorregulación acabaría dando como resultado la creación del empleo y una generalizada transferencia de la riqueza de arriba a abajo. Si no se interfiere en el natural funcionamiento de la economía, si se ponen todos los medios para que este funcionamiento no se vea interrumpido por ninguna rigidez, el crecimiento económico acaba produciendo riqueza y empleo para todos. 

«En una marea alta todos los barcos flotan»”, decían los publicistas del neoliberalismo. Sin embargo, el  curso  de estos últimos 30 años y la actual crisis financiera y alimentaria global se han encargado, no obstante, en demostrar lo contrario. La economía neoliberal no ha producido, en ningún momento, el bienestar prometido, por el contrario diez años después de implantada la globalización neoliberal, al inicio de la primera década del 2000, los resultados han sido, por un lado la concentración y centralización de las riquezas en cada vez menos personas y países y por el otro, el incremento desproporcionado de la pobreza, la contaminación ambiental, la destrucción de los recursos naturales, el incremento de la criminación racial, étnica y de genero, la marginalidad, el hambre, la miseria, la violencia, etc., marginando así, a mas del 50% de la Población Mundial.

En América Latina, “según cifras de la CEPAL al 2005, veinticinco años después de implantado un modelo económico neoliberal en América Latina, un 40.6% de los latinoamericanos son pobres, con ingresos percápita por debajo de 2 dólares diarios, y un 16.8% vive en pobreza extrema, con un ingreso menor a 1 dólar diario. Asimismo, América Latina evidencia una de las distribuciones de ingreso más desiguales del mundo. Durante los años 90, la desigualdad en el ingreso aumentó en casi todos los países de la región. A finales de esa década, el 20% de la población más rica concentraba un 60% de los ingresos disponibles, en tanto el 20% más pobre recibía solamente un 3%”1.

La Globalización como proceso objetivo, asentado en el funcionamiento de las leyes del desarrollo socioeconómico, como expresión de la tendencia a la internacionalización del ciclo completo del capital a nivel mundial, se desarrolla, distinguiéndose por su multidimensionalidad, no se limita a la esfera científico técnica y económica, sino que abarca numerosas tendencias en otros campos como el social, el ambiental, el político, el institucional, el cultural y otros. (Martínez Osvaldo, Globalización  de la Economía Mundial: La Realidad y el Mito).

El avance de estas tendencias globalizadoras encontró un marco propicio de desarrollo en la amplia difusión internacional alcanzada por las concepciones económicas neoliberales asentadas en: liberalización, privatización, desregulación., sirviendo de fundamento ideo político al proceso globalizador.

Estamos en una economía donde el control global de los procesos de producción y distribución, los mercados y los financiamientos que pesan e influyen en las dinámicas globales, están altísimamente concentrados, como nunca antes. Este fenómeno ha significado que en los últimos diez o quince años cientos de miles de empresas hayan desaparecido, especialmente medianas, pero también grandes. Ahora la competencia no solamente se da con el vecino o con los del mismo rubro, sino con empresas ubicadas en cualquier lugar del mundo que producen bienes o servicios similares.

Cabe destacar  que  la revolución tecnológica, en su aplicación sistemática del avance científico a los procesos productivos y de servicios se traduce en  una transformación que impacta fuertemente en  los modos de producir. En la ejecución de tareas, que anteriormente requerían de la fuerza de trabajo humana y hoy día se realizan mediante sistemas automáticos, pero también en el control y la dirección de los procesos; mediante la robótica, la cibernética y la informática. En los comienzos de la revolución industrial se realizó la aplicación de los conocimientos de la física, la mecánica, después de la química; ahora es la ciencia biológica, la bioingeniería. Esta revolución tecnológica se manifiesta también en cambios en los modos de organización y administración de las empresas.

En su conjunto implican que el ser humano va siendo desplazado de la economía. Hoy día el mundo está en condiciones de producir muchos más bienes de los que la humanidad es capaz de absorber sobre la base de la demanda de bienes y servicios, con una cantidad cada vez más reducida de personas participando en esos procesos. Lo que genera el fenómeno de la desocupación, que es para los gobiernos de todo el mundo el tema más difícil y complejo de los problemas que deben enfrentar.

 Hoy día puede darse un crecimiento del producto con cero crecimientos del empleo y por demás va destruyendo culturas y modos de ser de muchos pueblos, va generando pobreza y creando muy serios problemas ambientales. Va haciendo que la humanidad hoy día se encuentre prácticamente dividida en dos grandes sectores que ya no son este-oeste o norte-sur, sino los integrados a la vida moderna, los que están, y los que permanecen fuera, que han sido marginados o excluidos. Es un proceso de exclusión muy fuerte, una gran concentración y una gran exclusión.

Se habla hoy día de la reducción del tamaño y de las funciones del estado, del adelgazamiento del sector público. Un fenómeno que no es explicable sólo por razones de carácter ideológico, por el Neoliberalismo, sino que es estructural. Los estados han perdido poder y capacidad de incidir en los procesos económicos, porque estos son regulados desde otros centros, siguiendo las indicaciones de los organismos financieros internacionales y las tendencias que se van imponiendo en todo el mundo. Los márgenes en que cualquier gobierno puede tomar decisiones son entonces muy estrechos y las políticas son las mismas independientemente de su orientación ideológica. Los gobiernos no controlan la economía. Han pasado a ser pequeñas o medianas empresas.

La reducción del Estado tiene que ver con su incapacidad de seguir absorbiendo funciones sociales, tiene que hacer ajustes, reducir sus gastos Incluso deshacerse de activos, con procesos de privatizaciones que se extienden por todas partes.

Estas realidades generan un problema de pobreza extraordinariamente grande, asociado a la desocupación y la marginación. Porque al mismo tiempo que se reduce también la posibilidad para muchos de participar en el mercado, se reduce también la posibilidad de que el estado ofrezca soluciones a esas necesidades sociales insatisfechas.

La Globalización así manifestada se erige entonces como un proyecto renovado de dominación capitalista, bajo cuyos efectos se han acentuado los desequilibrios y contradicciones a todos los niveles; se produce una mayor concentración de la riqueza, el poder, y la toma de decisiones en un pequeño número de naciones desarrolladas; mientras se reducen las posibilidades de los países subdesarrollados para diseñar y poner en práctica las políticas económicas que estimen apropiadas en función de lograr un desarrollo económico y social.

Tenía razón el Papa Juan Pablo II, cuando en aquella oportunidad indignado por la crueldad del capitalismo lo llamo “capitalismo salvaje”.  Este modelo de economía de mercado neoliberal mostró una vez más, su mas radical cara antihumana y expoliadora, pero al mismo tiempo, ha generado la base social para la acción y la lucha con propuestas, la cuales dan inicio a la construcción de posibles alternativas progresistas e innovadores paradigmas económicos y sociales.  Así mismo con la crisis del sistema capitalista iniciada a mediado de la presente década, teniendo sus expresiones más graves en la actual crisis financiera, alimentaria y la crisis ambiental que sacude al planeta, queda una vez mas evidenciado el fracaso de la propuesta de la globalización neoliberal y la necesidad de repensar la economía y la búsqueda de alternativas económicas más humanas y sostenibles.

Es en ese contexto que desde hace aproximadamente 15 años, el concepto de Economía Social o economía de la solidaridad, como le llaman algunos autores, ha saltado a la palestra pública, como un nuevo enfoque y visión económica frente a la economía capitalista y las políticas neoliberales. Aunque el concepto de «economía de la solidaridad», nace en Latinoamérica a comienzo de los años ochenta, no es hasta finales de los 90 que se posiciona en el debate público.

Ahora bien, la economía de la solidaria como concepto, realidad y proyecto no es un tema fácil de tratar y menos de ponerlo en práctica, ya que supone que los que más beneficios obtienen dejaran de tenerlos tan altos para que otras personas tengan una mínima oportunidad de poder progresar económicamente y esto es bastante difícil de obtener con la avaricia que hay hoy en día.

Por fortuna, hay mucha gente que no se preocupa solo de sus intereses (en este caso económicos) y se preocupa por el de otras personas e intenta que todo el mundo pueda obtener sus necesidades básicas mínimas.

Para empezar nos haremos la pregunta de si puede haber un mundo solidario y con ello una economía solidaria?

En principio y tal y como están las cosas sería bastante difícil conseguirlo pero con esfuerzo y aportando la confianza en ello se puede conseguir.

La economía solidaria tiende a promover un desarrollo duradero e  integrando las necesidades de las generaciones actuales y futuras.

El objetivo principal de la economía solidaria es favorecer la expansión de cada ser humano y permitir que cada uno obtenga lo mejor posible, a lo largo de su vida, el tiempo dedicado a la formación, a una actividad remunerada, al voluntariado y a la vida familiar o personal.

La economía solidaria es una vía alternativa y prometedora para el conjunto de la sociedad, está basada en la tolerancia, la libertad, la democracia, la transparencia, la igualdad y la salida hacia un mundo mejor y mejor repartido económicamente.

Ahora analizaremos bien los principales objetivos para saber qué y para qué es la economía solidaria:

-       LA IGUALDAD, Satisfacer de manera igual los intereses de todos las personas
 Interesadas por las actividades de la empresa o de la organización.


EL EMPLEO, El objetivo es crear empleos estables y favorecer el acceso a personas desfavorecidas. Asegurar a cada miembro del personal condiciones de trabajo dignas y así estimulando su desarrollo personal y su toma de responsabilidades.

-MEDIOAMBIENTE, utilizar métodos de producción y productos que no sean perjudiciales para la naturaleza y así también conseguiríamos solucionar casi involuntariamente grandes problemas actuales de contaminación.

-        COOPERACIÓN, Favorecer la cooperación en lugar de la competencia dentro y fuera de la organización.

-       SIN UN CARACTER LUCRATIVO, las iniciativas solidarias no tendrán por fin la obtención de beneficios, sino la promoción humana y social, lo cual no obsta para que sea imprescindible el equilibrar la cuenta de ingresos y gastos, e incluso, si es posible, la obtención de beneficios. Eso sí, los posibles beneficios no se repartirán para beneficio particular, sino que se revertirán a la sociedad mediante el apoyo a proyectos sociales, a nuevas iniciativas solidarias o a programas de cooperación al desarrollo, entre otros.

-       QUE HAYA UN COMPROMISO CON EL ENTORNO, las iniciativas solidarias estarán plenamente presentes en el entorno social en el que se desarrollan, lo cual exige la cooperación con otras organizaciones que afrontan diversos problemas del territorio y la implicación en redes, como único camino para que experiencias solidarias concretas puedan generar un modelo socio-económico alternativo.

Como debería ser la estructura de una empresa solidaria?

Los productos, servicios, acciones propuestas o realizadas por la empresa solidaria contribuyen a mejorar la calidad de vida.
Debe estar integrada en su ámbito local desde el punto de vista económico, social y ecológico.
La empresa se gestiona de la manera más autónoma posible con respecto a los poderes públicos. Desarrolla relaciones comerciales justas. Los trabajadores estarán asociados a las decisiones que conciernan a su trabajo o al futuro de la empresa. Procesos que favorecerán la democracia interna, entre otros en términos de formación y se conseguirá eliminar cualquier tipo de reproche hacia una decisión ya que todos expondrán cualquier tipo de idea y podrán elegir las que más les gusten. Las diferencias de salarios máximos serán definidas y controladas colectivamente. Reparto de tareas acompañadas por la creación de empleos. Se prestará una atención particular a la calidad del trabajo. La empresa apoyará iniciativas solidarias emprendidas para grupos o regiones desfavorecidas.


Para que la economía de mercado pueda aflorar sin ningún tipo de problemas tiene que haber un comercio justo; y que no haya aprovechamiento del fuerte al débil y que no haya ningún tipo de especulación.

Aquí encontraremos muy bien explicados los principios del comercio justo:

: Remuneración de la producción que permita a los productores y a sus consumidores conseguir un nivel de vida adecuado, esto conlleva a un precio justo, pagos por adelantado, cuando sea necesario, y una relación comercial a largo plazo.

: Condiciones de trabajo para los productores no perjudiquen su bienestar físico, psicológico o social.

: Producción económica y ecológicamente sustentable, que cubra las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de que las generaciones futuras.

4º: Utilizar los caminos más eficaces de llevar un producto desde el productor hasta el consumidor, evitando especuladores e intermediarios innecesarios.

: Condiciones de producción y comercialización que reserven un tratamiento preferencial a la participación de los productores en las decisiones, una producción de pequeñas y medianas empresas y la distribución igualatoria de los ingresos generados.

: Campañas de sensibilización sobre la relación entre la elección de los consumidores y la vida de los productores y condiciones laborales.

:Trabajo de "campañas" que va dirigido a cambiar las injustas estructuras de comercio internacional para facilitar a las empresas que comienzan y no ser eclipsadas por otras de mayor poder.


Entramos ahora en otro punto fuerte de la economía solidaria.

Que es La Auditoria Social?

Digamos que la auditoria social es un proceso que permite a una organización evaluar su eficacia social y su comportamiento ético y moral en relación a sus objetivos, de manera que pueda mejorar sus resultados sociales o solidarios y dar cuenta de ellos a todas las personas comprometidas por su actividad. Cada vez son más numerosas las empresas que desean asumir plenamente su responsabilidad social. La auditoría social permite integrar de manera estructurada estos diferentes aspectos en la gestión cotidiana de una empresa así como llevar al día una contabilidad social.
La auditoría social se experimenta ya en numerosas empresas de distintos tamaños y que operan en varios sectores a lo largo y ancho del mundo.

La economía solidaria también engloba a otras situaciones de la vida como el mercado social que cada día se está integrando mejor.

Para una empresa social (cooperativa de cualquier tipo, pero también sociedad laboral, mutualidad, asociación, empresa participativa...), formar parte de un mercado social le significaría aumentar las ventas, reducir la incertidumbre y los riesgos, fidelidad clientes, poder acceder a tecnología, conocimientos y crédito, gozar de reconocimiento social y tener un incentivo para mantener la propia identidad. Por eso se dice que las empresas solidarias y sociales entran en el mercado social que es una red de producción, distribución y consumo de bienes y servicios (los flujos), que funciona con criterios democráticos, ecológicos y solidarios en un territorio determinado, y que está constituida, tanto por empresas sociales como por consumidores individuales y colectivos, como son ayuntamientos, escuelas, etc.

Los integrantes del mercado social serían:

Empresas  sociales  productoras de bienes intermedios o finales Empresas sociales distribuidoras (cooperativas de consumo, redes de intercambio, tiendas de comercio justo...) Consumidores responsables, es decir, las personas que compran siguiendo criterios eco sociales.

¿Cómo funcionaría?

El mercado social podría funcionar sobre la base de los principios siguientes: Cada componente  sea empresa social o consumidor individual, procura consumir al máximo bienes y servicios producidos por el resto de los componentes del mercado social. Los bienes y servicios que circulan en el mercado social cumplen tres criterios:

         - ser socialmente útiles
         - ser ecológicamente sostenibles y
         - haber sido producidos con equidad y democracia.

Cada componente contribuye a crear nuevas empresas sociales vinculadas al mercado social, a fin de ir completando y cerrando ciclos productivos.
El mercado social, además de bienes y servicios, genera aprendizaje colectivo, innovación tecnológica, cultura, relaciones sociales, proyectos, valores, etc.

¿Cómo crear el mercado social?

El mercado social o solidario no puede nacer espontáneamente. Ha de ser impulsado desde las organizaciones representativas de los sectores cooperativos, de la economía social, organizaciones no gubernamentales  y del consumo responsable, entre otras.
Tenemos diversos ejemplos que avalan esta necesidad de impulso consciente.

Existen diversas propuestas, entre las que se encuentran acercar a empresas sociales para que acaben haciendo negocios o proyectos juntas; organizar actos que promuevan la interoperación entre productores, y entre productores y grupos de consumidores; la creación de unas páginas virtuales de la economía social, una Web que recoja quién hace qué, dónde, cómo y por cuánto en la economía social; un carnet cooperativo de consumidor; diseño y ensayo de instrumentos de garantía social dirigidos a los consumidores.

También contamos con el comercio justo, otros de los componentes de la economía solidaria que intenta alcanzar los objetivos de facilitar la entrada al mercado de productores más desfavorecidos e intentar cambiar las reglas injustas. El Comercio Justo es una asociación de comercio, basada en el diálogo, la oportunidad y el respeto, que busca un mayor equilibrio en el comercio internacional. Contribuye a un desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de productores y trabajadores marginados.
Las organizaciones de Comercio Justo, apoyadas por los consumidores, están implicadas activamente en poyar a los productores, sensibilizar y desarrollar campañas para conseguir cambios en las reglas y prácticas del comercio nacional e internacional.

Conjuntamente con los conocimientos  y las experiencias sociales que aportan las vivencias y practicas solidarias en los países donde se ha implementado este nuevo paradigma de desarrollo integral y sostenible, permite actuar desde tres frentes:

1- Desde las escuelas básicas y secundarias; Centro de capacitación y las  Universidades como plataforma de conocimiento y formación.

2- Desde la empresa, como destinatario de los objetivos y entidad de implementación de la economía solidaria como nuevo sistema de producción de riqueza.


·                3- Desde las entidades sociales, como puntos de captación y entes impulsores de las
Políticas sociales.

La vida de la economía solidaria no ha sido nada fácil; con demasiada frecuencia, quizá, ha ido acompañada de dudas, intentos y fracasos.
Conocemos la clave: se trata de unir y consolidar la iniciativa con la solidaridad.


Para comprobar que esto no es solo una ilusión que otra alternativa económica y social  es posible, aquí hay la propuesta de en una carpeta de proyectos sociales a modo de programa piloto para promover y  fomentar la economía solidaria.   

El  Plan municipal de Desarrollo que se propone implementar el Sistema Integrado de Servicios agropecuarios SISAGRO, junto a un grupo significativo de cooperativas de servicios y agropecuarias, fundaciones no gubernamentales, organizaciones sociales e instituciones de servicios, consistente en: …en el cuatrienio 2012-2015, se enmarca dentro del plan estratégico denominado “comunidades en desarrollo”.

La estrategia para un programa de Desarrollo Local (Comunidades en Desarrollo)  se plantea el objetivo de poner en  marcha en la comunidad un proceso de desarrollo integral y global, basado en la conjunción de los esfuerzos y el trabajo de las organizaciones sociales, autoridades municipales, legislativas y gubernamentales, de los profesionales y técnicos locales, así como de los ciudadanos y ciudadanas comprometido, sea a nivel individual u organizado.

Un proceso de trabajo común se ve hoy más necesario que nunca por las dificultades de las crisis económicas, alimentaria, medio ambiental y por los graves daños sociales que la crisis genera  y sobre todo por su persecución sobre la clase social más desfavorecida.  Se hace necesario, al mismo tiempo, para demostrar que la democracia es capaz de responder a estas dificultades no solo de u modo asistencial o tradicional, sino llamando a la población a un esfuerzo solidario y coordinado para que el proceso de desarrollo se realice en todas las direcciones en una relación dialéctica, dinámica y, por tanto, democrática y no autoritaria, paternalista o tecnocrática.

Con una inversión de RD$00 millones de pesos, el plan tiene entre otras metas, las siguientes: Reducir la pobreza del 00 al 00%, Disminuir la tasa de desempleo del__ ­­ al __% Lograr una cobertura del 100% en salud y educación Implementar y consolidar la Banca de las Oportunidades. Los pilares del Plan 2012 2015 son el desarrollo y la equidad para todos los residentes en los municipios seleccionados, la consolidación de la política de defensa y la seguridad democrática y la reducción de la pobreza. Por ello, desde la presencia transversal que se le reconoce al sector solidario,…anuncia la continuidad de su objetivo de impulsarlo Para ello, plantea dos ejes temáticos: El desarrollo institucional y de control, por una parte, y el fomento, fortalecimiento y difusión, por otra. Como parte del desarrollo institucional y de control, en el que se hace referencia a la auditoria social, se definen cuatro frentes: El fortalecimiento de las instituciones públicas que integran el Sistema de la Economía Solidaria. La eliminación de obstáculos para el desarrollo de la actividad solidaria empresarial, a través de la revisión de las normas y reglamentación que hoy aplican al sector. La delimitación de las entidades que integran al sector. La optimización de las funciones de regulación y supervisión del sector integrando la labor supervisora tanto de la naturaleza jurídica como de la actividad económica de las organizaciones solidarias.

Resumen

Por lo que podemos apreciar, la economía tanto en su práctica como en su distribución, en el ámbito de las grandes mayorías no va muy bien que digamos.  
Lo que  hemos  entendido como economía solidaria es que si cada uno ponemos un poco de nuestra parte conseguiremos un mejor reparto de los beneficios y no que solo los que más pueden más se lleven. Con la implantación de la economía solidaria pensamos  que no habría tantas diferencias de calidad de vida en el mundo, además todo el mundo podría tener una mayor cantidad de oportunidades.

Una de las cosas que se preocupa la economía solidaria es en que al implantarla no perjudique a nadie ni a nada.

La economía solidaria es difícil que salga  adelante si no tiene un gran número de seguidores y es difícil porque requiere sacrificio y esfuerzo no solo para un interés propio sino para el beneficio general. Lo que intenta es que cada individuo tenga lo mejor en todos sus aspectos de la vida y que no haya ningún tipo de gente sin oportunidades, un bienestar mínimo, una satisfacción de la vida...

Las bases de la economía solidaria podríamos decir que son las siguientes:
-       la tolerancia,
-       libertad democracia,
-       transparencia igualdad
-        y la conquista de un mundo mejor repartido económicamente y con un aumento de la calidad de vida.

PROPUESTAS ESTRATÉGICAS DE LA ECONOMIA DE LA SOLIDARIDAD Y EL  COOPERATIVISMO COMO UNO DE SUS COMPONENTES BASICOS, Y SU CONTRIBUCIÓN A UNA ALTERNATIVA DE DESARROLLO INTEGRAL Y SUSTENTABLE

El desarrollo del cooperativismo debe estar precedido entonces de una estrategia, para lo cual no basta con que haya principios, valores, una concepción de empresa cooperativa, ejemplos significativos de experiencias cooperativas de éxito, sino que el objetivo es accionar, establecer propuestas que al tiempo que fortalezcan su identidad, sus fundamentos le permita afianzar su contribución a una alternativa, para enfrentar la Globalización Neoliberal y lograr transformaciones.
¿Cómo?
En mi criterio y en correspondencia con lo expuesto anteriormente, esta debe estar dirigida a los fundamentos, a los elementos que conforman la identidad cooperativa y encaminarlos en dos direcciones principales:
A lo Ideológico y a lo Empresarial.

-       Dirección Ideológica.
Se relaciona con, lo que conforma la cultura propia del cooperativismo, su manera de ser, de comportarse, de hacer las cosas especifica y diferenciadamente , los principios ( punto de arranque de la construcción ideológica), los valores (núcleo de la cultura cooperativa), que aportan un sentido de dirección común a todas las personas y líneas directrices en la tarea diaria. Principios y valores, entendidos como postulados ideológicos básicos, cubren la totalidad de la vida del cooperativismo en lo asociativo y en lo empresarial, no pueden reducirse a frases de cajón, sino que tienen que ser comprendidos en toda su magnitud.

Por ello, el desarrollo de la dirección ideológica sólo será posible si se otorga una atención preferente a la Educación Cooperativa.

Por el déficit educativo experimentado en los últimos tiempos, es decir, la falta de planificación sistemática de la (re)producción, transmisión y renovación de la cultura cooperativas. Ninguna experiencia que pretenda proponer algo distinto a lo establecido puede mantener su identidad en el tiempo si no alimenta de forma permanente su propia visión de las cosas y la forma de mirarse y entenderse a sí misma.

La Educación Cooperativa sería “un proceso capaz de responder al desarrollo del individuo a partir de objetivos claros y precisos, pero que sus resultados tributen a la formación de fuertes convicciones en éstos que demuestren su capacidad de expresar sus derechos y sentimientos personales en pro del movimiento solidario”. (Claudio  Rivera Rodríguez: La Economía Social ante la Globalización Neoliberal).

La Educación Cooperativa tiene entonces que desplegarse en los niveles dirigentes y de sus asociados prioritariamente, para finalmente orientarse hacia el público en general.

Los métodos a utilizar variaran según el nivel en que se oriente la actividad educativa, pero cualquiera que sea el destino, deberán siempre orientarse hacia dentro del marco axiológico cooperativo: principios, valores.
Objetivos a buscar a través de la Educación Cooperativa:

1) Desarrollar un proyecto político -económico que jerarquice al movimiento social y cooperativo, (local, regional, nacional y global) pues tiene la responsabilidad de construir un modelo distinto a la Globalización Neoliberal, verdaderamente alternativo.

2) Formar asociados conscientes de la ideología y práctica de la cooperación y la ínter cooperación, la cual desde nuestro punto de vista debe tener una doble vertiente: técnico económica y otra doctrinal y axiológica (en principios, valores, ética), que convierta al recurso humano en la principal fortaleza de este sector.

3) Vincular la teoría y la práctica del cooperativismo dentro de las formas que ha adoptado, los lugares en que se ha desarrollado y del contexto en que lo ha hecho.

4) Promover los principios cooperativos como un sistema integrado, en estrecha vinculación con los valores del cooperativismo.

5) Propiciar intercambios de experiencias que facilite el desarrollo y la percepción que se tiene del cooperativismo.
6) Distinguir y divulgar los ejemplos de empresas cooperativas, que actuando dentro de los valores y principios de la cooperación, han sobrevivido al embate de la crisis y han contribuido dentro sus medios a la satisfacción de las necesidades de sus asociados, y a mejorar la calidad de vida de la población Por ejemplo la experiencia internacional de los vascos de Mondragón, España,  la integración agroindustrial de las cooperativas azucareras de Tucumán, el caso Previsol y de la cooperativa de consumo de Bahía Blanca, la red de cooperativas apícolas integradas de la provincia de Buenos Aires, la experiencia de la COFAC(Cooperativa de Crédito de Uruguay), etc.,

7) Desarrollar con rigor científico la teoría y la ciencia de la cooperación.

8) Ampliar el conocimiento de los cooperativistas acerca del compromiso social frente a la realidad económica.

9) Promover una formación comunitaria, pues la participación, relaciones sociales y articulaciones de la cooperativa y del asociado de la comunidad es parte activa del desarrollo.
La educación que da conocimientos debe ceder el paso a la que forma a los hombres, por ello la creatividad y autonomía, el espíritu crítico y reflexivo, la solidaridad y la cooperación, un alto nivel de autogestión y autoafirmación, la responsabilidad con la sociedad, y la formación económica constituyen sus bases.

-       Dirección Empresarial

Específicamente la relación con la empresa económica que es la cooperativa, las dificultades que presenta y los requerimientos que hoy se le plantean dentro del entorno en que se desarrollan, pues se ven desafiadas por similares problemas que enfrentan las demás empresas.

Según los estudios realizados por muchos autores acerca de la empresa cooperativa la cuestión está relacionada con:
a). Pérdida de la naturaleza y la esencia cooperativa.

b). Las posibilidades que tiene la empresa cooperativa para realizar una gestión en correspondencia con los esquemas modernos de gestión empresarial, (excelencia empresarial).

c). Problemas de Estructura.

d). Insuficiente diversificación del Cooperativismo.

e). Problemas Financieros.

f). Marco legal inadecuado: las relaciones Estado-Cooperativa.

g). Falta de integración.

Acerca de la primera cuestión, la empresa cooperativa debe tener clara noción que están exigidas por un contexto determinado y tienen que responder al mismo, sin desnaturalizar su esencia, es decir con una correcta armonía entre lo económico, y lo social, entre lo práctico empresarial y lo ideológico cooperativo; al mismo tiempo poseer claridad en que la función social de la cooperativa sólo podrá cumplirse si la empresa económica que es, sobrevive y se desarrolla.

Respecto a las posibilidades que tiene la empresa cooperativa para realizar su encargo en correspondencia con los esquemas modernos de gestión empresarial; existe un consenso más o menos aceptado entorno a la misma que se enfoca en tres direcciones:

1). Dimensión estratégica, o ámbito externo. Vinculada a tres características fundamentales: la orientación al cliente, la calidad y el estimulo a la innovación. Es decir buscan la satisfacción del cliente a través de la calidad y la mejora continua de esta a través de la innovación.

2). Dimensión cultural, o ámbito interno de la excelencia. En ella la orientación a la persona, entendida como el principal activo de la empresa, determinada por un claro esquema de valores compartidos, dan un sentido humanista a la gestión.

3). La existencia en la empresa de un liderazgo, capaz de integrar y armonizar las dimensiones anteriores y lograr dentro de la organización un fuerte sentido de pertenencia y de compromiso con la empresa.

Es decir el elemento humano, la calidad y la cultura son factores claves, en la actualidad en la gestión de las empresas convencionales.


PROYECTOS ALTERNATIVOS DE DESARROLLO INTEGRAL Y SUSTENTABLES PARA COMUNIDADES RURALES

Mercados Solidarios participativos.

Estas nuevas iniciativas, además de presentar muchas de las cualidades de las PYME que se han puesto en marcha recientemente, ofrecen ventajas especiales derivadas de su forma cooperativa:

ü  Su independencia de la inversión exterior les permite generar empleo allí donde las empresas tradicionales no lo hacen (en zonas urbanas e industriales en declive, en regiones escasamente pobladas, entre personas que corran el riesgo de la exclusión social).
ü  Sus bases de asociación pueden hacer de ellas empresas social, económica y tecnológicamente innovadoras.
ü  Su estructura organizativa promueve el espíritu de empresa entre grupos que, de otra forma, podrían tener limitado el acceso a las responsabilidades de gestión.
ü  Sus amplios objetivos impulsan el bienestar y la prosperidad de muy diversos interesados.
ü  Sus estructuras participativas pueden materializar, con la cooperación entre esos diversos interesados, el potencial local o regional que se halle en estado latente; presentan, además, un altísimo índice de mujeres empresarias.

En el mundo, la forma cooperativa está adoptando hoy vías innovadoras que merecen ser destacadas y, en su caso, impulsadas o imitadas. Con frecuencia, esas vías no son sino reinvenciones o nuevas aplicaciones de ideas cooperativas ya existentes. En el caso de algunas, son factores locales los que explican su éxito en un contexto nacional determinado, pero la mayoría de ellas funcionan bien debido a su propia naturaleza cooperativa y podrían así aplicarse en cualquier parte. Como ejemplos pueden citarse los siguientes:

Mercados solidarios participativos: vinculación asociativa entre productores y consumidores en condiciones de equidad y participación social, tanto urbana como rural. Tienen como base a amplios grupos de población urbana, la que se organiza para recepcionar en un espacio y un día determinado la producción de los campesinos organizados, de acuerdo a los productos que comercializan.

En estos mercados solidarios participativos  los productores obtienen mejores precios y los consumidores adquieren sus productos a un 15 ó 30 por ciento más bajo que en los mercados tradicionales. Además, todos los productos se venderán  a un solo precio promedio por medio de una canasta familiar solidaria (ejemplo una bolsa que contiene diversos productos agrícolas tiene un valor promedio igual). En estas ferias también se ofrecerán  productos industriales obtenidos al por mayor, por lo que su precio también oscilara  entre 7 y 15 por ciento más bajo que el sistema tradicional de abasto alimentario.

La importancia de los mercados solidarios es grande pues moviliza semanalmente varios miles de toneladas de productos y beneficia a varios miles de personas, generalmente de zonas urbanas y rurales deprimidas.
La gestión la llevan a cabo pequeños grupos de personas especializadas (12 ó 15) por feria y la mayor parte de la organización y promoción se hace gracias al concurso voluntario de los vecinos.

Empresas comunitarias, sociedades no gubernamentales  y cooperativas que no se denominan cooperativas.

Ante las dificultades e injerencia excesiva del Estado se conforman empresas de carácter solidario bajo la denominación de sociedad no gubernamentales, asociaciones… como  empresas formadas por trabajadores y actores sociales para crear o consolidar una fuente de trabajo en forma colectiva y sustentada en la mutua cooperación. Prefieren la denominación sin fines de lucro por las facilidades para su constitución, la mayor simplicidad para su organización social y gestión interna, menor grado de control y supervisión del Estado y mayor grado de autonomía. En esencia son empresas de gestión democrática bajo la modalidad jurídica de sociedad de carácter social.

La integración micro empresarial urbana y  rural  En América Latina y el Caribe donde la mayor parte de los países han puesto en ejecución proyectos y programas de financiamiento microempresarial como complemento de los programas de empleo, generalmente con apoyo de la OIT.

Estos programas tienen entre sus lineamentos estratégicos la integración microempresarial y la inserción en sectores económicos consolidados. Entre las opciones que se les propone a los microempresarios (35) está la de integrarse en cooperativas que puedan brindar los servicios de: Abastecimiento de insumos, comercialización de productos, concertación productiva y planificación, contabilidad, interrelación con los sectores económicos privado y cooperativo.
En España y en Japón, hay gran número de escuelas que son gestionadas por cooperativas de educación, lo que da a sus miembros (padres y/o profesores) una influencia directa en esa gestión.

En Estados Unidos, existen desde hace mucho cooperativas dedicadas a la prestación de servicios públicos; por ejemplo, las existentes en el sector rural de la electricidad detentan más de la mitad de las líneas de distribución eléctrica del país y suministran este servicio con tarifas de coste a sus 27 millones de miembros. Este tipo de cooperativas de energía se está desarrollando ahora también en Portugal. Asimismo, en el Reino Unido, acaba de crearse con éxito una cooperativa telefónica que compra a precios ventajosos “tiempo en línea” y traspasa este beneficio a sus miembros en forma de costes bajos o de dividendos proporcionales al uso que hagan del servicio.

En Estados Unidos y Japón, las cooperativas universitarias prestan a los estudiantes gran número de servicios, como, por ejemplo, textos, alimentos, útiles de limpieza, vestimentas y alojamiento baratos o servicios de asesoría (una de las más conocidas en Estados Unidos es la cooperativa de estudiantes de Harvard, que cuenta ya con más de 100 años de existencia).

En Québec, se han creado cooperativas de copropietarios impulsando a los empleados a invertir en sus propias empresas y a juntar su poder de voto.

Las cooperativas de E-comercio que se han constituido en Francia e Italia están permitiendo a pequeñas empresas de artesanía y a artesanos independientes comercializar y vender sus productos en la red.

En Suecia, las guarderías creadas en forma de cooperativa hacen posible que los padres trabajadores organicen personalmente y bajo su propio control los servicios prestados por el establecimiento. Este tipo de cooperativas, como también las creadas para el cuidado de la tercera edad, genera empleos directos al tiempo que ofrece a la mujer la posibilidad de incorporarse al mercado de trabajo.

En Estados Unidos, las cooperativas de minoristas en los campos de la alimentación y de los equipos hacen posible que centenares de comercios independientes estén compitiendo favorablemente con las grandes cadenas. También se desarrollan las cooperativas de sanidad (HMO) prestan servicios sanitarios a cerca de 1.500.000 familias americanas. El papel de estas cooperativas es también importante en España.

Finalmente, en el ámbito artístico y cultural, hay numerosos artistas, intérpretes, actores, malabaristas, etc., que han creado cooperativas como medio de exhibir sus obras. En Francia, por ejemplo, existen más de 49 cooperativas teatrales, entre las que se incluye el internacionalmente famoso “Théâtre du Soleil”. La forma cooperativa en este ámbito es adecuada también para garantizar la libertad artística, la identidad y pluralidad cultural, la libre creación y circulación de las obras del autor, el patrimonio artístico y los espacios audiovisuales culturales.

La empresa cooperativa como toda empresa, está concebida como un sistema de producción, con objetivos de avance y dentro de ellos el generar ganancias y producir riquezas es garantía necesaria de crecimiento. No puede sin embargo excluirse el hecho de que la actividad de la empresa cooperativa, se realiza con personas, siendo un sistema que se caracteriza de manera característica por interacciones sociales internas y externas y su objetivo social se cumple a través de la relación con personas y con grupos, por lo cual debe situar su objetivo económico dentro de un determinado contexto integral.

El logro del objetivo económico y el objetivo social permite tanto el desarrollo de la empresa como del propio hombre.
El éxito de las cooperativas puede incluir aspectos distintos de los que se consideran en las empresas orientadas a la inversión. Las cooperativas no deben evaluarse con indicadores tales como la rentabilidad de las inversiones o la cuota de mercado. Prueba de ello es que el éxito de una cooperativa no se refleja en el precio de sus participaciones; las cooperativas no se cotizan en el mercado de valores. De hecho, dada la enorme diversidad de los objetivos que persiguen, es imposible medir con los indicadores ordinarios el mayor o menor éxito que obtengan en su consecución. Hay, pues, otros factores que deben tenerse específicamente en cuenta al evaluar el grado de éxito de una cooperativa, entre ellos:

1). Su acción o impacto social, en correspondencia con la esencia que define y desarrolla al movimiento cooperativo, es decir su dedicación al beneficio de sus miembros y a la satisfacción de sus necesidades.

2). Sus procedimientos democráticos de fijación de objetivos y de toma de decisiones. Sus normas especiales para el tratamiento del capital y el beneficio.

3). Sus objetivos de interés general por la comunidad.

4). Su capacidad de asimilación de las tendencias demográficas.

5). Su contribución a la cultura ambiental.

Hoy día, son numerosas las empresas no cooperativas que han comprendido las ventajas competitivas que pueden ofrecerles las ideas cooperativas básicas. La constitución de redes, la celebración de alianzas estratégicas o la creación de exenciones son, todas ellas, formas distintas de cooperación. En el contexto de una competencia cada vez mayor, hay también muchas empresas que tratan de aumentar la lealtad de sus clientes y de crear en ellos un “sentimiento de pertenencia” (por ejemplo, con sistemas de participación en los beneficios) o que pretenden diferenciarse de sus competidores garantizando formalmente su responsabilidad ética o social.

PROYECTOS  PROPUESTOS  (SISAGRO):
1-       Huertos Familiares Ecológicos
2-       Mercados Solidarios Participativos
3-       Centro de Capacitación Técnica Agropecuaria y cooperativismo (SISAGROEDUCA)
4-       Proyecto Agroforestal
5-       Servicios de Equipos y Maquinarias Agrícolas( COOPSEMA)
6-        Programa  de promoción y  formación de cooperativas agropecuarias.


Domingo A. Núñez Polanco