jueves, 23 de febrero de 2012

EN BÚSQUEDA DE DEMOCRATIZAR LA ECONOMÍA

  Por Alberto Barlocci, docente del primer seminario del Ciclo Humanizar la Economía.Frente a los límites que muestra la economía convencional, gana protagonismo la Economía Social y Solidaria (ESS), fenómeno que representa la octava potencia económica mundial. 
  El siguiente texto fue extraído y adaptado de la videoconferencia de presentación del Ciclo que puede volver a verse haciendo clic aquí.
  Si queremos humanizar la economía tenemos que volver a las raíces de la economía y eso supone una lectura cultural diferente. ¿Por qué se esta dando este debate? 
  En primer lugar por los límites que está mostrando la economía capitalista que entró en una profunda crisis desde todos los puntos de vista. En Europa se está tratando de salvar a los que causaron la crisis penando a los que la están soportando. Esto es porque hay un norte -una orientación- que se ha perdido.

  Economía Real

  Más del 99% del movimiento de capitales diarios es de tipo financiero y especulativo y apenas el 1% del dinero que se mueve en todo el planeta es de economía real, es decir producto de producción de bienes y servicios; lo que significa que hemos transformado la economía global en una gigantesco “juego de azar”. Eso es fuertemente grave porque distorsiona el sentido de la economía: se está  trasladando la riqueza de una mano a otra, como en el juego de Poker, donde sólo gana uno y el resto pierde, mientras que en el intercambio comercial de la economía real todos se benefician, el que produce y el que adquiere el bien. 

  La ESS indica una nueva manera de articulación entre Estado, mercado y las empresas de la sociedad civil. Si queremos responder a los desafíos de la economía del siglo XXI necesitamos las tres partes: el Estado como articulador, la economía privada y la economía solidaria entendida de forma subsidiaria. Cada uno tiene un rol, el Estado ya no está en condiciones de garantizar la justicia social, la ESS interviene en la lógica del mercado, viene a decirle a la economía que si quiere ser una herramienta al servicio de la persona (por eso es una economía humanizada) tiene que entender que se habla de “mercado” también cuado se incluyen palabras como gratuidad, solidaridad, reciprocidad y fraternidad.

  Vivir la economía solidaria

  Este movimiento abarca desde el cooperativismo, el comercios justo, las  finanzas éticas, los microcréditos, el banco comunal,  a la economía de comunión y el turismo solidario, está indicando esta nueva articulación. Pero dicen ago más, no están yendo a cambiar el paradigma desde una actitud crítica y confrontativa, sino constructiva. Proponen la re introducción de estos valores y recuperar una visión antropológica, al homo Economicus, a la persona dentro de la economía.

  Existe una dimensión relacional de la persona, y tiene que ver con la red de relaciones en la cual nacemos y crecemos, dentro de ellas están las económicas.

  Todos los días optamos por elecciones que quizás no son convenientes desde el punto de vista económico, y sí desde el punto de vista de los valores. Estas relaciones crean otro tipo de bienes que no cotizan en el mercado. Son bienes como la confianza, la solidaridad, la transparencia, la honestidad, llamados bienes relacionales. Las empresas de la economía solidaria destacan la necesidad de aumentar en el mercado los bienes relacionales, sino tendremos un mercado cada vez más salvaje.

  Tomando protagonismo

  Hasta ahora el pensamiento económico consideró esas experiencias de ESS como algo secundario. Hay que diferenciar: no se trata de filantropía, ni valores genéricos para ser “más buenos”. Actitudes como esas siguen manteniendo la asimetría entre “personas necesitadas y personas que aportan”. Con la ESS se está construyendo una reciprocidad que supone igualdad entre las personas. Es relevante verdaderamente porque este fenómeno es la octava economía del planeta. Si se mide el PBI de la ESS en todo el  mundo obtenemos una economía equivalente a la del Reino Unido, pudiendo representarla en modo orgánico por ejemplo en el G8. Para los economistas esto es muy importante porque en la economía no se puede negar la realidad: si actúan en el mercado, son relevantes, y son un fenómeno cuantitativo, más allá de lo cualitativo que aporta al debate de valores.

  La ESS está aportando elementos para ayudar a democratizar la economía, para que la justicia social vuelva a tomar las riendas de la economía y así construir una convivencia civil mejor de la actual. 
  Nota: Alberto Barlocci es Presidente de Cláritas, abogado y docente del seminario Economía Social y Solidaría,  del Ciclo de Profundización Humanizar la Economía de modalidad virtual, que comienza el 19 de marzo de 2012. Esta parte del trayecto ofrece un panorama de las diferentes expresiones y organizaciones de la Economía Social y Solidaria en el mundo, haciendo hincapié en América Latina.

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